EL EX CAMPEÓN MUNDIAL SUPERMEDIANO DIRIGE MENSAJE DE MOTIVACIÓN A LOS PEQUEÑOS.
El campeón mundial supermediano es acompañado por Humberto Álvarez Osuna, director del Instituto Municipal del Deporte de Mazatlán, durante el encuentro que sostuvo con más de 100 niños y niñas del Centro Comunitario Genaro Estrada
Mazatlán._ La sencillez y carisma del ex campeón Supermediano de la OMB, Gilberto “Zurdo” Ramírez, fue evidente durante el convivio que sostuvo con más de 100 niños y jóvenes de la Colonia Genaro Estrada.
Acompañado por el Humberto Álvarez Osuna, director del Instituto Municipal del Deporte de Mazatlán, y Martín Narváez, tesorero del Centro Comunitario Genaro Estrada, el “Zurdo” Ramirez regresó al lugar que lo vio nacer, para compartir con niños y niñas los sueños que lo mantienen en la élite del boxeo mundial, previo a iniciar su campamento rumbo a su próxima pelea.
Estoy muy contento de estar de nuevo en casa, compartiendo con los niños este sueño que tengo y con todos los jóvenes que quieren ser deportistas”, expresó Ramírez, quien conserva el invicto en su paso por el boxeo profesional.
Durante la charla que sostuvo el mazatleco, clasificado como el mejor supermediano activo del mundo por BoxRec, y el segundo por la revista The Ring y Boxing Rankings Board, Martín Narváez anunció que la escuela de boxeo que encabeza el entrenador Víctor Manuel Salazar, llevará por nombre Gilberto “Zurdo” Ramírez.
“Quiero brindarles todo mi apoyo, equiparles un gimnasio con ring, costales, manoplas, que el entrenador tenga un sueldo, que los niños se motiven para crecer, no solamente en el deporte del boxeo, que salgan de las calles y adquieran la disciplina que da la práctica del deporte”, comentó.
Diariamente el Centro Comunitario Genaro Estrada atiende de manera gratuita a personas en situación vulnerable, dotándolos de alimentos y capacitación, promoviendo el desarrollo integral con el propósito de mejorar su calidad de vida.
“Pueden ser lo que quieran, siempre que se lo crean, yo siempre he dicho que el cielo es el límite y nosotros podemos ayudar a construir sus alas”, expresó Ramírez, quien con su equipo de trabajo compartió alimentos con los niños y padres de familia.
