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‘ZURDO’ RAMÍREZ: CUANDO LE GANE A BIVOL, A ‘CANELO’ NO LE QUEDARÁ OTRA QUE PELEAR CONMIGO

Con un tajante “lo siento por Canelo, pero esa pelea no se va a dar; esta es mi oportunidad”, el peleador mexicano Gilberto ‘Zurdo’ Ramírez (44-0-0, 30 KO’s) sepultó la posibilidad, en el futuro cercano, de una revancha en las 175 libras entre Saúl ‘Canelo’ Álvarez (57-2-2, 39 KO’s) y el ruso Dmitry Bivol (20-0-0, 11 KO’s).

La Asociación Mundial de Boxeo (AMB) dispuso recientemente que Ramírez sea el rival mandatorio del campeón del organismo, Bivol, y ordenó que ambas partes se sienten a negociar el combate que iría a subasta en caso de no llegarse a un acuerdo. Bivol y Ramírez son los pesos semipesados números dos y tres en el ranking de ESPN.

La ordenanza, junto con la intransigente y entendible posición de Ramírez, obstaculizan la intención de Canelo Álvarez de activar la cláusula de revancha, después de cumplir su compromiso contra el kazajo Gennadiy Golovkin (42-1-1, 37 KO’s), para tomar venganza de la derrota por decisión unánime que sufrió ante Bivol en mayo pasado en Las Vegas.

“No claro que no, por qué tendría que hacerlo si ya tengo mi oportunidad mandatoria, la oportunidad de título, el sueño que había esperado mucho tiempo”, subrayó Ramírez cuando se le cuestionó sobre la (lucrativa) opción de dar un paso al costado. “Lo siento por Canelo, pero esa pelea no se va a dar, a menos que quiera seguir peleando con Dmitry Bivol, pero después que le gane yo, no va a tener opción más que pelear conmigo”.

“Estoy muy contento, emocionado. Era la oportunidad que estaba esperando. Ahora solo queda negociar la fecha de la pelea”, dijo en exclusiva con ESPN Digital el púgil mexicano de 31 años. “Yo creo que se puede hacer (la pelea) en octubre, noviembre a más tardar, pero esa pelea se va a dar.

Ramírez, ex campeón mundial supermediano, dejó vacante su cinturón de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) en 2018 y tuvo que esperar cuatro largos años para volver a ser considerado para una pelea titular. Ahora está ansioso por subirse al ring contra el hombre que en mayo último sorprendió al mundo del boxeo con una abrumadora victoria sobre Canelo, hasta ese entonces el número 1 en el ranking libra por libra.

“Se tiene que hacer esa pelea. Ya se dio a conocer ante el mundo. Si él no quiere quedaría como un cobarde, que no creo que lo sea, creo que él quiere pelear también”, dijo Ramírez. “Y si es por dinero, creo que también habrá un buen dinero. Sé que hay un título de por medio y los dos vamos a hacer lo que nos gusta, pelear y sé que voy a salir victorioso en esa pelea”.

Ramírez, que ha ganado sus últimos cinco combates antes del límite, incluyendo nocauts sobre los experimentados cubanos Sullivan Barrera (22-4-0, 14 KO’s) y Yunieski González (21-4-0, 17 KO’s), explicó por qué había declarado que era el único mexicano capaz de noquear a Bivol.

“Soy más grande que él (6′2½″ x 6’0″), tengo más alcance (75″ x 72″), más inteligente y confío en mí”, reflexionó. “Sé de mis habilidades, pues conozco a Bivol y compartimos el ring mucho tiempo y sé que tengo toda la ventaja de ganar. Hicimos sparring, nos ayudamos para preparaciones diferentes. En ese tiempo para mí fue grato, pues aprendí bastante y (me di cuenta) que tengo la habilidad para ganarle”.

Los boxeadores no suelen ser muy vocales cuando de sparrings se trata. Parece ser un código no escrito. Ramírez no fue la excepción. Al cuestionarle sobre lo que había sucedido entre ellos se limitó a contarnos que “(en los sparrings con Bivol) me fue muy bien, en ese tiempo yo era 168 (libras), él era 175, pero ahora es totalmente diferente, incluso, me fue muy bien el sparring y ahora en la pelea me irá mejor”.

Con la misma certeza que tiene de que saldrá airoso de su compromiso con Bivol y que puede convertirse en el rostro del boxeo mexicano y mundial, Ramírez reveló que su intención en la división semipesada es “unificar títulos y ser indiscutible”. De paso, aclaró que bajar a las 168 libras ya no es opción para él “lo que está en el pasado ahí se queda”.

Ramírez está consciente que su negativa de descender a la categoría supermediana representa un escollo para una posible contienda futura contra Canelo. Pero él no cierra la puerta

“Esa pelea (contra Canelo) se puede dar en las 175 libras si él quiere subir nuevamente, que lo dudo, pero sí, esa pelea se puede dar porque la gente pide esa pelea”, concluyó.

Fuente: ESPN.

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